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angel-910805_1280Antaño, los humanos podían festejar estas fiestas de Invierno, y demás fiestas estacionales, con sus semejantes, disfrutando de los dones ofrecidos por la comunión entre el Cielo y la Tierra aderezado con cantos de alabanza y danzas compartidas a modo de astros que en su girar se mueven en orden y alegría.

Si. El lema era: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad, pero hoy en día ¿ Donde está la Paz?, la Paz no existe y nunca ha existido en el mundo como información codificada a nivel general… Digamos que como cualquier otro atributo que muestre la integridad que somos: Alegría, Vida, Consuelo, Luz …. son atributos que están en el mundo, pero no son del mundo. Puedes acceder a ellos desde una voluntad consciente de atención e intención.

La propuesta que podemos realizar es que en el solsticio de invierno, hacia el día 21 se haga una pequeña fiesta-contacto para poder hablar del tema, comprenderlo y asumirlo.

A partir del día 24, Nochebuena, sumirnos en un estado onírico y consciente en la medida que cada uno podamos, para así poder captar la máxima información tanto de la Tierra como del Ser en devenir que se manifiesta espléndidamente en estas noches santas que dicho sea de paso son además decisivas para el destino del año entrante.

En esas noches se puede poner una buena simiente de nuestra voluntad, sabiendo que es especialmente decisiva la noche del Perihelio (máxima cercanía del Sol a la Tierra) que puede coincidir con la Nochevieja o en las tres o cuatro noches siguientes. En esta noche es tal la luz derramada, que podemos llegar a sentir la liberación de la raza , herencia y demás grilletes del pasado que aprisionan la Verdad y Libertad que somos, aquí y ahora. Por ello lo que generemos en esa noche santa será transportado desde aberturas atemporales a las dimensiones más elevadas, atrayendo la fuerza de la realización.

En estas noches, las mas oscuras del año, tenemos el Sol lo mas cercano a nosotros. Él, atraviesa la tierra con su luz, haciéndola traslúcida, pero desde lo cercano, no como mas tarde, cuando el sol ilumine la tierra desde lo alto.

Hay que entrar en esas noches despiertos en la consciencia.

En la primera noche, Nochebuena, estar despiertos hasta, alrededor de las dos de la madrugada. El resto, hasta la noche del perihelio (primera semana de Enero) acostarse con atención e intención. También en esos días no consentir que los deseos nos dominen, y en la luz de la Verdad que Somos, ser serios y honestos con uno mismo.

Durante esta vivencia puntual ponemos germen, como hemos dicho para los próximos doce meses del año. Así intentar pasar adecuadamente los doce días, porque todos ellos son útiles para trabajar en el Nacimiento de nuestra Identidad Original.

La Tierra que nos sustenta esta maltratada y dolorida gimiendo con dolores indecibles en espera del nuevo parto, que se producirá tanto si es con nuestra ayuda como con nuestra resistencia.

El fin de la existencia no es ser feliz, sino ser conscientes, para así pensar, sentir y actuar en la coherencia de que somos UNO con el Universo Infinito y con el medio ambiente natural y social. Sintonicemos con esta Verdad, adentrándonos al encuentro del SER y cuantos más seamos los que crezcamos en esa dirección, podremos dar el salto cuántico de conciencia que a su vez redundará en la sanación del resto de la humanidad y del planeta en general…….. Puede ser una posibilidad de nuestra permanencia en esta bendita Tierra, la eterna y perfecta tejedora que sigue como nodriza amorosa dándonos Todo.

Tenemos que observar y atender la distorsión concebida entre el bien y el mal, que nos impide evolucionar espiritualmente, al ponderar las creencias del pasado y olvidar la Conciencia presente que Somos.

Son tiempos de recolocar cada cosa en orden y en su sitio. Observemos y atendamos con respeto y humildad aquello que aunque fácil o difícil de experimentar es imposible de evitar.

Desde el “libre albedrío” donde se dan cabida las infinitas posibilidades de elección, el mundo seguirá siendo el campo para experimentar la polaridad o ley de los contrarios. Este es su propósito, brindar a los seres que toman cuerpo en la Tierra de llevarlos a la Unidad por la rueda del placer y el sufrimiento.

Los ya sumidos en el hartazgo, de tan repetidas experiencias, pueden hoy mas que nunca salir de esa espiral, y encontrarse con la No-Dualidad de su Identidad Original.

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