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LA DIETA DEPURATIVA-SANADORA DE LOS DIEZ DÍAS
Seguramente, a lo largo de toda nuestra vida hayamos llevado una dieta de alimentación incorrecta. Lo más probable será, también, que cuando tomemos la decisión de cambiar nuestro modelo de alimentación lo sea por razones de salud, lo que significará que el ciclo de acumulación de toxinas, grasas y mucosidades, así como el de acidificación corporal habrá llegado a un extremo en el que nuestro organismo ha reaccionado con una enfermedad de ajuste . En cualquier caso, para que cualquier cambio tenga efectividad, lo primero que se tendrá que hacer será suspender y eliminar los alimentos extremos, tanto expansivos o contractivos que se han consumido hasta la fecha, para evitar la continuidad en las acumulaciones y para evitar que el esfuerzo por sanar no sea en vano e ineficaz.

Pero un cambio de tanta envergadura va a resultar muy difícil y laborioso en la práctica, además de que, manifestará sus efectos y sus “logros” al cabo de un cierto tiempo. Es por ello que, en el comienzo de una dieta es bueno actuar de manera radical durante 10 días para lograr un cambió rápido, muy visible y notorio, eso si siempre sujeto a la observación atenta de los efectos para evitar cambios mal asimilados.

La forma más idónea para Hipócrates (el “padre” de la medicina) de armonizar con la naturaleza era a través de la dieta. Para Hipócrates, la mejor forma de que el paciente sanara era la de aplicar una dieta durante 10 días de cereal integral (Cebada) exclusivamente (es el tiempo que emplea el organismo en cambiar el plasma sanguíneo). También en el tratado de Medicina Interna del emperador Nei-Ching, escrito por Tien Shih, se recomienda sopa de cereales y arroz integral durante 10 días para la sanación.

En cualquier caso, el mejor momento para aplicar una dieta de 10 días (que tenga un valor depurativo, antitóxico y alcalinizante intenso) será cuando la persona, tenga la voluntad necesaria, bien lleve algún tiempo practicando y experimentando con la nueva alimentación, o bien se inicie con el cambio de dieta para comprobar experiencialmente sus beneficios.

Es bueno realizarla varias veces al año, al menos una vez por estación, por ejemplo observando los solsticios y equinocios.

DESARROLLO EXPERIENCIAL DE UN DÍA DE LA DIETA DEPURATIVA

Desayuno:                                                                                                                                                                               Crema de arroz o de mijo (Rec. nº 1 y 2). Pan esenio (Rec. nº 19). (este pan al ser elaborado con grano entero y cocido a 100 ºC es adecuado para una depuración sin cargar el hígado, no como ocurre a cualquier pan o productos horneados).
Si resulta cansino también se puede desayunar una sopa de verdura con miso (Rec. nº 57).
Comida:
• Un pequeño volumen de caldo o sopa de verdura de la estación, (Rec. nº 57-58-59 y 60). En especial una atención a la sopa de ortigas (Rec. nº 61).
• Cereal a elegir entre mijo y trigo sarraceno (Rec. nº 22 y 29).
• Lo acompañaremos con un poco de verdura estofada sin aceite, tipo Nishime (Rec. nº 67).
• O verduras fermentadas como el chucrut o los pikles (Rec. nº 81), si hacemos la práctica en verano también podemos añadir a los pikles hojas verdes como lechuga, canónigos, rúcula….. (Rec. nº 82)
• Al estofado de verdura podemos añadir opcionalmente algas arame o iziki (Rec. nº 84-85 y 86), así como a la sopa la medida de un sello por persona de alga wakame.
• Acabaremos la comida con una tacita a elegir entre el te de tres años, te de roca o de café de cereales.
A media tarde tomar infusión si se tuviera apetito se puede comer un trozo de pan esenio o un par de bolitas de arroz (Rec. nº 32). Todo muy bien masticado, con una actitud de agradecimiento y atención.
Cena:
Siempre elegiremos como cereal arroz (Rec. nº 21) con una cucharada de gomasio (Rec. nº 95) y una pequeña porción de verduras, que hayan sobrado de la comida.

En este periodo de limpieza que procuraremos que tenga una duración de no mas de diez días nos decantaremos como hemos visto por los cereales sin gluten como el arroz, el mijo y el trigo sarraceno. Estos cereales nos dan mas seguridad de asimilación. Pues evitar el gluten en esta limpieza nos va a permitir evitar gases intestinales y mejorar esa zona convenientemente.
Las verduras, como también hemos visto a parte de ser estacionales, las elegiremos con el mas alto nivel terapéutico que por excelencia son las raíces como zanahoria. rábanos, nabos y puerros y las redondas como cebolla, calabaza y todas las crucíferas (berza, brócoli, coliflor, ….)
Atención especial a las bebidas tanto en su cantidad como en la calidad. Las mas adecuadas como hemos comentado mas arriba son el te de tres años el te de roca, y el café de cereales “Yannoh”. NO a la cafeína y teína. Además son válidas otras infusiones, si son depurativas y drenantes de hígado y riñón, como dendelio o raíz de diente de León, cardo mariano, cola de caballo…, sin abusar y siempre con el mas común de los sentidos.
Es preferible beber menos líquidos que mas, ya que la dieta es muy hídrica.
Opcionalmente y para potenciar la alcalinidad corporal, es adecuado tomar de vez en cuando bebida de kuzu + umeboshi. (Rec. nº 105)
Mucha atención a la MASTICACIÓN, que además nos hidrata a la vez, pero con nuestros 6 manantiales puros internos, ubicados en la boca.
Si se desea continuar mas de 10 días, se pueden incorporar legumbres a la dieta, preferentemente lentejas (Rec. nº 51) y azuki,(Rec. nº 54) añadidas a las sopas o acompañando a los cereales y verduras en el menú de la comida importante.

Esporádicamente se puede incluir algo de Tofu y Tempeh bien cocinado y seco (Rec. nº 37 y 48).
Evitar otras proteínas de origen animal.

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